Hoy transcribimos un correo que nos ha mandado un ex catecúmeno sobre lo vivido en un entierro de un familiar suyo que si era de comunidades.
Mi nombre es kiko (no Argüello, gracias a Dios), pertenecí mucho tiempo a la 2ª Comunidad de
Siguiendo las recomendaciones de Benedicto XVI de que denunciemos públicamente los errores que se comenten en la iglesia para que se rectifiquen me he animado a contar esta historia.
Al igual que otras experiencias que se han escrito en este blog, mi familia y yo dejamos el camino cuando el itinerante de la zona sur, (Rafael y Paloma) echó de la comunidad a un matrimonio y por consiguiente (daños colaterales) a sus hijos y nos ordenaron que no le dirigiéramos la palabra a esta hermana de comunidad que decidió solicitar la separación eclesiástica (no el divorcio) por motivos que no puedo revelar por respeto a ella y a sus hijos y que pienso que entra dentro de su vida privada, aunque algunos miembros de mi antigua comunidad se han dedicado a contarlo a otros hermanos de otras comunidades, ya que esto se ordenó solamente a la comunidad que yo pertenecía y sin embargo lo han hecho otros hermanos y hermanas de otras comunidades de la parroquia de
Hoy quiero contar la experiencia vivida en el entierro de la abuela de mi mujer, que pertenecía a la 1ª comunidad de la purísima de Málaga.
Cuando estábamos en el camino, en uno de las eternas catequesis que nos dieron, recuerdo como nos contaron que eran los entierros de los hermanos que habían terminado el camino.
Rafael el itinerante nos contó, que cuando moría un hermano de una comunidad que había terminado el camino, los hermanos de la comunidad los velaban durante todo el tiempo que estaba el cuerpo presente.
Durante todo el día y la noche, los hermanos se iban rotando de tal forma que en todo momento los hermanos estaban rezando y cantando salmos, por el hermano fallecido, celebrando de esta forma que el hermano fallecido ya estaba ante la presencia de Dios (como decía la canción “Llévame al cielo”).
Que a la hora del entierro, este hermano era llevado a hombros por los propios hermanos de la comunidad y enterrado con su palma, su vestimenta blanca y su rosario.
Y más o menos, esto es lo que nos contó el catequista itinerante (Rafael).
Claro contado así, uno mismo dice, yo me quiero morir para que me entierren de esta forma, que bonito es un entierro de comunidades de los hermanos que terminan el camino.
Esto mismo lo he comentado varias veces con la abuela de mi mujer y ella me decía, “cuando me muera mis hermanos de comunidad no me dejarán sola, y estarán en todo momento rezando por mi, acompañando mi cuerpo y luego me llevarán en procesión hasta la tumba cantando salmos y al final me cantarán el credo”.
Pues bien, entre lo dicho y lo que sucedió hay una pequeña diferencia.
Es cierto que los hermanos de su comunidad aparecieron por allí, y que rezaron unas vísperas y algunos salmos por el alma de esta mujer, también es cierto que se fueron turnando y que aparecieron por el cementerio.
Peero eso de que estaban en todo momento con el cadáver de la hermana fallecida, en este caso no fue así.
Por motivos de la hora de la muerte esta hermana estuvo 2 noches y en ninguna de las noches que se quedaron velando el cuerpo los hermanos de su comunidad, ni siquiera alguno en representación de la comunidad y por supuesto ni rezando ni candando salmos. (debo decir que uno de sus hijos y su mujer son miembros de la 1ª comunidad y ellos no dejaron de velar el cuerpo de su madre, pero más como hijos que como hermanos de su comunidad).
Ni siquiera en la misa del entierro estuvieron todos los hermanos de esta comunidad, a menos que una gran parte de esta comunidad haya dejado de caminar, cosa que no puedo decir ya que hace varios años que he dejado esa parroquia. Pero lo que si puedo afirmar es que faltaban varios hermanos/as de esa comunidad.
Y cuando llegó el momento de trasladar el féretro ningún hermano de su comunidad lo llevó a cuesta sino que fueron sus hijos y nietos quienes lo hicieron.
Resumiendo, que a la hora de la verdad cuando un hermano de comunidades se muere los que verdaderamente están con ellos es su familia directa y no los hermanos de comunidad como nos dijeron.
Que quienes han estado siempre presente en el velatorio han sido sus hijos y familiares directos y nos los hermanos de comunidad.
Y quienes la han cuidado durante su larga enfermedad ha sido su familia y no los hermanos de comunidad.
También he de decir de justicia que una hermana de su comunidad iba casi todos los días a rezar con esta hermana (eso si según nos contó esta hermana fallecida fue un mandato del itinerante que le dijo a la comunidad que esta hermana debía rezar y que tenían que ir a ayudarla), pero que el resto de la comunidad salvo visita esporádica durante casi 4 años no han aparecido por casa de esta hermana.
Con esto no los juzgo ni los culpo a ellos, son humanos, pero si he querido dejar constancia de que una cosa es lo que se dice y otra es lo que se hace en las comunidades neocatecumenales.
Y por consiguiente hay dos posibilidades,
O esta comunidad no lo ha hecho bien.
O el itinerante de Málaga (Rafael) miente, y claro si decimos que la mentira viene del demonio, ¿departe de quien viene este hombre?
Yo solo he contado lo que vivido ya que cada uno saque sus conclusiones.
Más adelante contaré algunos casos que he vivido de contrariedad entre lo que se dice en las comunidades y lo que he vivido.
Sin más me despido agradeciendo a los dueños de este Blog. que me den la oportunidad de poder contar mi historia.
Por nuestra parte no tenemos nada que decir, pensamos que está todo muy claro, solamente agradecer a este ex hermano que haya sido valiente en contar su experiencia dando datos para que no haya duda de lo que ha contado.
Se intenta desenmascarar a este grupo de la iglesia que han pasado de ser una obra el Espíritu Santo a ser una seudo secta. con una estructura piramidal muy ferrea.
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lunes, 30 de agosto de 2010
LOS ENTIERROS EN EL CAMINO NEOCATECUMENAL, UN HECHO REAL.
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