lunes, 1 de febrero de 2010

EL ÉXODO, EXPERIENCIAS DE UN EX CATECÚMENO 1ª PARTE.

Hoy transcribimos la experiencia de un ex miembro de las comunidades que nos ha hecho llegar:



EL EXODO.


Ya hace tiempo que mi familia y yo conseguimos abandonar el camino, actualmente gracias a Dios, estamos dentro de una parroquia de nuestra diócesis y nos hemos podido incorporar a un grupo diocesano del cual damos gracias a Dios.

El otro día en la celebración semanal del grupo, hablamos del éxodo, y nos comentaba la persona que lleva el grupo, que si se había dado el éxodo en nuestra vida.

Después de pensar durante una semana y recapacitar llegué a la conclusión que si se había dado el caso de haber vivido un éxodo completo en mi vida.

Recordaba mi vida y veía con claridad como había sido el éxodo y como Dios había actuado en ella, al igual que con Israel.

Antes de entrar en el camino yo vivía como Israel en Canaa, de nómada sin un lugar fijo, pero con la seguridad de que Dios me llevaba, como muchos de los que han entrado en el camino, yo entré por motivos familiares, por una especie de hambre afectiva que podía encontrar en las comunidades y veía con claridad como me había pasado igual que israel, entré en Egipto por hambre, hambre de afecto de sinceridad de Dios, de protección del grupo y al igual que le pasó a israel Egipto (las comunidades) me aceptaron.

Al principio todo era muy bonito, sin problemas, con mucho cariño sin obligaciones, me alimentaban de la palabra de Dios y me mimaban.

Luego con el tiempo, Egipto (las comunidades) fueron cambiando y poco a poco nos fueron convirtiendo en sus esclavos, esclavos que en vez de hacer ladrillos de adobe y paja, nos tenían trabajando para la evangelización pero en el fondo era trabajar para el camino neocatecumenal, ya no le bastaba a Egipto (las comunidades) mi dinero, querían además mi trabajo, mi tiempo, y sudor, y yo como israel no me importaba, pues tenía lo que quería, la seguridad de un grupo.

Un grupo que es en el fondo, lo que buscamos todos aquellos que hemos sido captados en cualquier momento por una secta, yo en mi debilidad pensaba que no sería capaz de vivir en el mundo solo.

Pero al igual que israel yo gritaba a Dios, gritaba porque no me sentía libre, notaba que en las comunidades me decían “que era más libre que los demás”, pero no era verdad, cada vez tenía más mandamientos, más leyes, mas obligaciones, ya no podía pensar por mi mismo, sino que tenía que pensar según me decían mis catequistas y si quería pensar de otra forma, significaba que no obedecía y no estaba cumpliendo la voluntad de Dios.

Cuando íbamos a cualquier lado se nos conocía en seguida, con hijos, barba, corbata, etc, todos como fotocopias baratas del itinerante, pues todos debíamos pensar como el, y para ello le imitábamos hasta la forma de vestir.

Si el itinerante vestía de chupa de cuero, todos con chupas de cuero, si el itinerante se vestía de jersey de cuello de pico, todos con jerseys de cuello de pico, si vestía abrigo azul largo, todos con abrigo azul largo, y así siempre. Si en ese momento hubiera sido más libre, posiblemente hubiera puesto una tienda de ropa y le hubiera regalado la ropa al itinerante, seguramente me hubiera forrado vistiendo a los demás.

Recuerdo una anécdota de las muchas que me han pasado, un día el itinerante vino a visitar la comunidad a la que pertenecía y llevaba unos botines de una marca (90 € en rebaja), yo recuerdo que mi mujer me había comprado unos el año anterior en rebajas como regalo de reyes, iguales que los que llevaba el itinerante, pero los suyos eran más nuevos, así que los habría comprado al principio de temporada sin rebajas (como paga Dios que cueste lo que cueste).

Un hermano de la comunidad a la que yo pertenecía, se dio cuenta de que yo llevaba los mismos botines y me dijo:

“oye ¿como has sabido los zapatos que tenía el itinerante?,
yo le contesté.
Perdona, pero yo los tengo desde el año pasado.
Y el me respondió, vale pero ¿donde los has comprado?
Y yo muy amablemente le dije donde.

A los pocos días tenía, unos zapatos de la misma marca, no eran botines pero vamos de la misma marca.

Resumiendo, que para mi la comunidad se había convertido en Egipto, donde nos tenían esclavizados y no nos dejaban tener personalidad propia y yo me había convertido en israel, el pueblo esclavizado (salvando las distancias).



En el próximo blog. seguiremos con la historia.

Gracias por leernos y recordar que Dios nos quiere como somos y no como quieren que seamos los del camino.

4 comentarios:

  1. Es triste esto que cuentas. Yo llevo 33 años en el Camino y siempre he sido libre, y nedie me ha comido el coco como se suelo decir, es mas, Cristo me ha ido liberando de mis esclavitudes poco a poco, gradualmente, y todavía me sigue liberando. Él me ha sacado de las esclavitudes de Egipto y aún me sigue sacando (esclavitudes del dinero, sexualidad, afectos, etc.). Con mucho mimo me está llevando a la Tierra Prometida; Es Cristo quien lo ha hecho a través de un Pueblo (mi Comunidad Neocatecumental). Ha sido lo mejor que me ha pasado en mi vida.
    Una vez ohí decir al Papa Juan Pablo II "en la Iglesia Católica hacen falta cristianos radicales que se crean el evangelio y lo lleven a la práctica", y esto se ha cumplido y se está cumpliendo en el Camino Neocatecumenal, porque en el Camino Neocat. se va a las fuentes, a los orígenes, a la raices de las Primeras Comunidades, los Primeros Cristianos del Siglo I, II y III. Los Primeros Cristianos de los que habla los Hechos de los Apóstoles: como vivían, como se amaban entre ellos, como se preocupaban unos de otros. Eso es lo que yo he vivido en mi Comunidad Neocat. en el Siglo XXI.
    Mis Catequistas siempre me han hablado con la Verdad, no con medias verdades, ni con "paños calientes". Que me digan la Verdad, aunque sea dura, ha sido bueno; como decía un Santo "El que te quiere te corrige", aunque duela, pero es lo mejor. Yo he obedecido a mis Catequistas y mi vida ha ido a mejor. Doy Gracias a Dios por mis Catequistas que siempre me han hablado con franqueza, y yo he podido optar en mi libertad: o les creo y les obedezco, o no les hago caso y lo dejo todo; gracias a Dios he elegido simpre lo primero.
    Como se puede ver, mi experiencia en el Camino Neocatecumental ha sido muy buena. Por eso repito que es triste lo que cuentas de tu mala experiencia. El Camino Neocat. no debe de ser tan malo cuando ya hay cerca de un millón de personas en el mundo que lo están siguiendo en sus Comunidades respectivas repartidas por todos los continentes, con gran número de vocaciones al sacerdocio o a conventos de clausura, Familias en Misión por el mundo, etc.
    Saludos y que la Paz del Señor esté contigo.
    Javier.

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  2. no vale la pena refutarle a esta persona todo lo que aqui ha expuesto ya que solo sabe decir mentiras,
    dentro de la Iglesia esta secta como el le llama es solo una manera de Amor de Dios Padre para salvar a cada uno de nosotros pero solo si tu permites osea OBEDECES A UNA PALABRA DE DIOS
    de alli todo viene por añadidura.

    La Paz Hermanos

    Evelyn

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  3. Como buen cristiano entenderás que llamas "secta" a uno de los muchos caminos que hay para llegar a Dios,aprobado por el Papa.

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  4. Siempre habrá persecuciones. El demonio está disfrazado de oveja. El anticristo campea en sitios como este, para que incautos caigan en sus redes. Gracias a Dios por la persecución, gracias a Dios por sitios como este, porque el señor permite ver que la calumnia existe. Quienes agradecen a Dios, Al Espíritu Santo, por este carisma carisma producto del Concilio Vaticano II, Sabemos de las calumnias que aquí se dicen.

    El señor tenga misericordia de tí. Como la ha tenido conmigo.

    Diógenes. Colombia

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