martes, 27 de octubre de 2009

OJOS TRISTES


Como muchos sabéis hace tiempo que mi familia y yo decidimos salirnos de las comunidades pues el itinerante nos ordenó que hiciéramos algo que iba en contra de la doctrina del evangelio y de la iglesia.

Al día de hoy los ex miembros de nuestra antigua comunidad casi no nos habla ninguno, es raro ver el que lo hace, lo normal es que pasen por delante como si no existiéramos, o que crucen de acera, después de más de 20 años compartiendo con ellos tanto nuestros bienes como nuestras alegrías y penas, me han demostrado que en verdad, el Amor no existía en la comunidad, ni la compasión, y menos la humildad.

La verdad es que pienso que daño les hemos podido hacer y solo se me ocurre que lo hagan por miedo a que al hablar con ellos se puedan salir o que hayan recibido la orden del Itinerante para que no lo hagan.

Se que hay mucha gente que está abandonando las comunidades y que cada vez son menos, que sobreviven gracias a los hijos de los que estaban ya, que es muy común que hermanos que ya han terminado el camino dejen de caminar y no asistan con tanta asiduidad y es que los más veteranos aún recuerdan como era el camino al principio y en lo que ha quedado.

Pero no nos da pena que no nos saluden, al revés ya nos alegramos pues hemos aprendido a vivir con ello.

Sin embargo si hay una cosa que me llama la atención, muchas veces paso en mi vehículo y veo a miembros del camino de la parroquia donde estábamos y siempre llevan la mirada triste, tienen los ojos apagados, y no lo entiendo, si se supone que están en un camino con Jesús ¿Por qué siempre están tristes?.

Si es de Dios de donde nace el Amor y la felicidad aún en la tribulación ¿Por qué están tristes o amargados?

Al principio pensé que era porque se cruzaban con nosotros y se les había prohibido hablar con nosotros, con lo cual entiendo su tristeza, pero curiosamente muchas veces ni me ven y siempre van con la mirada apagada, sin brillo.

Cuando hablas con un miembro del camino te dice que es muy feliz, que Dios le colma de bendiciones etc, pero luego ve que no es verdad pues una cosa es lo que se dice y otra es lo que se hace.

Recuerdo cuando teníamos las convivencia donde los que tenían muchos hijos se quejaban y quejaban de sus hijos, de que no tenían tiempo para nada, de que eran esclavos de sus hijos etc, y es normal, pues los niños absorben mucho tiempo.

Nunca se me olvidará una convivencia en un paso como una mujer ya se derrumbó, porque estaba otra vez embarazada y ya no podía más, se hinchó de llorar y sin embargo el catequista en vez de ayudarla o consolarla la puso como un trapo porque era una egoísta que solo miraba por ella, (hablamos de una mujer que tenía entonces 6 hijos y venía el 7 creo recordar), una mujer que sabía que solo vivía para su familia y para la comunidad, y sin embargo porque se derrumbó y dijo lo que verdaderamente sentía, fue tachada de egoísta.

Pero luego si les preguntas te dicen que son muy felices y que dan gracias a Dios de los hijos que le dan, siempre te dicen lo mismo es como si se lo tuvieran aprendido, y en verdad es así, ellos reciben una catequesis y luego la sueltan como papagayos.

Por eso después de tanto tiempo de habernos salido, podemos decir que SE ES FELIZ FUERA DEL CAMINO, yo miro a mis hijos y miro a mi mujer y veo como le brillan los ojos, ya vuelve a tener la alegría que han perdido los demás y ahora me alegro de que Dios nos ayudara a tomar esta decisión.

Cada día tengo más claro que las comunidades neocatecumenales se han vuelto una secta donde mediante la manipulación sicológica intenta crearte una serie de miedos para que no las dejen.

En próximas publicaciones explicaremos como hemos conseguido salir tanto mi familia como otras personas de las comunidades para que lo mismo que nos ha ayudado a nosotros le sirva para otros.

Que pasen un Buen día.

1 comentario:

  1. Siento mucho lo que cuentas, me parece que tu testimonio dice mucho de algunas actitudes que se producen a veces en el camino y te felicito por haber podido salir de todo eso.

    Creo que el camino debe cambiar y aprender, hacerse más tolerante y más humano. De todas formas, te diré que conozco gente que se salió y mantiene buenas relaciones con su comunidad.

    A mi a veces también la gente del camino me parece que repite un discurso aprendido y no se atreve a espresar lo que realmente siente.

    Esperemos que entre todos ayudemos a que no se produzcan actitudes tan intolerantes como las que cuentas.

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