Convivencia de Familias en Porto San Giorgio 2010

Como bien sabéis, esta semana empieza la convivencia de las familias en porto San Giorgio, en la cual Kiko quiere mandar una nueva remesa de familias para la evangelización.

Desde este foro el envío de familias a la evangelización nos parece bien. En la historia de la Iglesia, si no hubiera sido por las personas que voluntariamente han decidido dar su vida para anunciar el mensaje de Jesucristo, posiblemente el cristianismo no sería la religión que actualmente conocemos.

Pero tenemos que recordar que al principio, en las primeras comunidades cristianas, solo se permitía que fueran solteros o solteras los que podía dejarlo todo para la evangelización, y muy rara vez familias (solo los matrimonios sin hijos). Luego a lo largo de la historia la iglesia se fue permitiendo que los matrimonios con hijos se pudieran dedicar a la evangelización, pero procuraban que estos se quedaran en sus zonas ya que no es bueno desarraigar a los hijos de su tierra.

En un principio en el camino neocatecumenal para poderse ir como familia en misión, estas debían cumplir una serie de requisitos, como que los hijos no tuviera más de 12 años, no podían tener deudas algunas (hipotecas préstamos etc…), no se podía tener antecedentes penales vivos (juicios pendientes), etc. y estos requisitos nos parecen correctos, es más debían ser aún obligatorios.

Pero también había otro requisito que exigían y que ya no nos parecía tan bien y era que debían vender todas sus propiedades, afortunadamente este ya ha desaparecido, aunque sabemos que algunos por su cuenta y riesgo lo hacen.

Luego con el tiempo, ante la desatada necesidad que tenía kiko de mandar familias decidió suavizar un poco todos estos requisitos y ya empezó a aceptar a familias que tenían hijos mayores de 12 años, empezó a mandar familias que tenían deudas (hipotecas préstamos etc..), y a las cuales tenían que hacer frente las pobres comunidades que se quedaban aquí, (con lo cual cuando un hermano se levantaba para la itinerancia se veía llorar a los hermanos de su comunidad, pero no de alegría, sino de pena al saber que tenían que hacer frente a una hipoteca de 900 € mensuales más 3000 € mensuales de gastos de esta familia en el destino que les pudiera tocar, alimento, colegio, seguro médico etc…, porque los hijos de los itinerantes no acostumbran a ir a colegios públicos como los nativos, sino a colegios privados, los cuales paga la pobre comunidad de origen).

Pero esto, aunque no nos parece bien, es respetable, y no nos parece bien que la comunidad tenga que hacer frente a la alimentación del itinerante cuando San Pablo NUNCA, dejó que le alimentaran sus comunidades, sino que siempre buscaba trabajo allá donde iba a predicar y empezaba su predicación en el lugar de trabajo y de ahí al resto de la ciudad.

Ni comimos el pan de ninguno en balde, sino que obramos con trabajo y fatiga día y noche para no ser carga de ninguno de vosotros” (II Tesalonicenses 3:8).

En otra parte señala también:

Ustedes mismos saben que estas manos me han proporcionado mis necesidades y a los que están conmigo” (Hechos 20:34).

El que en un principio los Misioneros buscaran trabajo y se dedicaran a la predicación no es un capricho de San Pablo ni una soberbia por su Parte, al contrario, el trabajo dignifica a la persona, le ayuda a ser más humilde y sobre todo a no poner cargas a los demás que ellos mismos no son capaces de hacer.

Es decir, es muy fácil decir que hay que estar abiertos a la vida y tener todos los hijos que Dios te da cuando tu no eres el que los alimentas sino que dependes del resto de los miembros de tu comunidad para ello.

Pero hay un problema que pensamos que es muy grave y el cual incurren las comunidades.

El hermano que se decide levantar con su familia, normalmente deja trabajo, hipoteca, familia, etc.

El problema de la hipoteca lo solucionan el resto de los pobres hermanos que se quedan aquí y que quedan como meros pagadores de estos hermanos, (eso si con en consuelo que se los pagará Dios).

En cuanto a la familia también, lo normal es que los miembros del camino, no acostumbran a guardar buena relación con la familia, ya que en el camino les han enseñado que su verdadera familia es la comunidad y la otra aunque sea la que Dios le ha puesto en su vida, no es la más adecuada, salvo que esta esté en el camino claro. Es raro que acostumbren a tener relación entre los miembros del camino y sus hermanos y entre los primos por la pequeña razón de que los miembros del camino tienen muy poco tiempo libre y casi no existe roce con el resto de la familia.

Y eso siempre que no haya hermanos separados, divorciados, homosexuales, etc, en estos casos los miembros del camino no acostumbran a mantener relaciones con ellos ya que pueden contaminar a sus hijos. Y aquellos miembros del camino que si lo hacen, personalmente desde este blog. los alabamos, pues es síntoma de que aún se puede recuperar para la sociedad.

Pero ¿que ocurre con el trabajo?, si este miembro del camino es un funcionario siempre puede pedir una excedencia para poderse ir a evangelizar en nombre del camino y no en nombre de la iglesia que es lo que nos gustaría a los demás. Eso si excedencia a escondidas de los catequistas ya que la costumbre en el camino es que renuncie a su plaza, (cosa que no entendemos), pero si trabaja en una empresa privada pues ya es seguro que perderá este trabajo.

Este catecúmeno puede tirarse 2, 5, o 10 años en la itinerancia viviendo de los demás hermanos mientras el se dedica a hacer apología del camino neocatecumenal y de camino anunciar a Dios, (porque aquellos miembros del camino que redicen levantarse para la itinerancia rara vez antes de irse se dedican a anunciar a Dios en la parroquia como catequista de comunión de matrimonio, o simplemente ayudando en los comedores sociales de su ciudad o como voluntarios de caritas etc…) pero si un día este hermano decide volver a su casa y dejar la itinerancia es donde se va a encontrar el gran problema.

No hace mucho se puso en contacto con nosotros un ex – miembro del camino neocatecumenal que ha estado muchos años de itinerante, el y su familia, este hermano nos contó la experiencia de que después de muchos años de convivencias, de viajes, de escrutinios etc. uno de sus hijos le dijo una cosa que le llamó la atención

Ocurrió que en una celebración de domingo rezando los laudes uno de sus hijos dio gracias a Dios por todo lo que daba y le pidió al Señor que el quería poder tener unos padres como los demás niños, el le contestó que no solo tenía unos padres como los demás sino que encima tenía más que los demás niños, vivía en un viaje continuo, conocía nuevos lugares, nueva gente, nuevos idiomas y todo eso gracias a Dios. El hijo de unos 7 años le vino a decir que si que todo eso estaba muy bien, pero que el solo quería que su padre le diera un beso por la noche antes de acostarse y que con eso se sentía feliz, o que cuando el estaba enfermo poderle dar la mano a su madre.

El resto de los hermanos le dijeron que coincidían en lo mismo que su hermano, que esto de dar la vida por Dios les parecía “bien”, pero que querían estar con ellos (los padres), en la familia se abrió un diálogo y este hombre descubrió que todos sus hijos coincidían en este mismo sentido que el pequeño.

Este hombre lo habló con su mujer y el matrimonio vio de volver a su casa y dejar la itinerancia, para poder estar más tiempo con sus hijos.

Los itinerantes responsables de su zona le dijeron que eso era una tentación del Demonio, que se había metido por boca de sus hijos para que dejara de hacer la voluntad de Dios, este hombre no lo veía muy claro lo que le dijeron y decidió escrutar la biblia, pero antes estuvo un tiempo de ayuno, de partir la noche, (el matrimonio) etc. cuando llevaron un tiempo así el matrimonio decidió escrutar la biblia y tanto la mujer como el, vieron que las escrituras les invitaban a retornar a su casa para estar más tiempo con sus hijos.

Los responsables de su zona no lo vieron con buenos ojos su decisión pero lo aceptaron, su comunidad tampoco lo vio con buenos ojos, y estos si que no lo aceptaron muy bien.

Este exmiembro del camino cuando volvió sufrió la presión de los miembros de su comunidad para que volvieran a la itinerancia, pues decían que habían sido engañados por el demonio, su gran error fue que se le ocurrió contar su historia en una convivencia, y lo peor fue que un día le dijo su hijo (el que había hecho la petición), que una de las hermanas de la comunidad de su padre la había escuchado decirle a otra que el era el niño por el que había hablado el demonio.

Este hermano después de muchas discusiones con su comunidad por lo que había pasado y sabiendo que su hijo no había mentido pues nunca que habían contado ni lo habían comentado en la casa, lo que le habían dicho sobre el demonio, decidió dejar la comunidad.

Ahora el nos decía:

“La itinerancia es una cadena gruesa que te agarra más al camino, y cuando un miembro de las comunidades decide volver a su tierra después de haber estado en las naciones se encuentra que no tiene nada, ni trabajo, ni casa, ni ingresos, etc, depende totalmente de la comunidad por lo que es muy difícil dejar el camino.

El camino no cotiza por ti el tiempo que estás fuera con lo cual no tienes derecho al paro, mientras que otros grupos de la iglesia si lo hacen. Llegas a tu tierra, tu familia no te ve con buenos ojos ya que los has dejado por el camino y el camino ya no te mira con buenos ojos pues para ellos has rechazado la voluntad de Dios.

Y si algo tengo claro es que nadie puede decir que es lo que quiere Dios, ni lo que le gusta a Dios, ni lo que no le gusta a Dios, y menos llevarle la vida como yo he hecho a otros miembros del camino.

Al final me he tirado tantos escrutinios destruyendo en nombre de Dios la historia de Dios”.

Por eso, desde este foro, invitamos a que el camino neocatecumenal regularice la situación de esta mano de obra barata que consigue a costa de explotar a aquellas personas que se le levantan para la itinerancia voluntariamente.

El mismo caso para todas aquellas chicas que se levantan para el cuidado, de los hijos de los itinerantes que en el fondo son mano de obra barata.

Pero ya sabemos que aunque nos leen desde varios centros neocatecumenales, el camino no cambiará ni tomará medidas para corregir lo que erróneamente están haciendo, ya que la máxima expresión de la soberbia es Kiko Argüello, al cual nadie conoce que haya pedido perdón públicamente por algo que ha hecho el camino.

Bueno esperando que muchas de las familias que han decidido levantarse se lo piensen nos despedimos no sin antes recordarles que Dios nos ama como somos y no como quieren que seamos los catequistas del camino neocatecumenal.