lunes, 15 de febrero de 2010

EL ÉXODO, EXPERIENCIAS DE UN EX CATECÚMENO 3ª PARTE Y ÚLTIMA.

Hoy continuamos con la historia de este ex miembro de las comunidades, es la última parte, transcribimos textualmente.



Pero un día, nos armamos de valor y fuimos a buscar consejo en Dios (el obispo) y este nos habló claramente, nos recomendó que al igual que el pueblo de Israel nos atreviéramos a dar el paso de salir al desierto, que al igual que Dios nunca dejó su pueblo, ahora tampoco lo haría con nosotros, así que aprovechando que Dios (el obispo) discutía con el faraón (itinerante), por lo que había decidido hacer, decidimos mi familia y yo salir de Egipto y meternos en el desierto.

Al principio fue duro, pues al igual que el desierto no teníamos nada, ni amistades, ni gente con quien compartir, ni nada de nada, todo porque cuando estábamos en la comunidad (Egipto) pierdes todo contacto con los demás y tu vida es la comunidad, trabajar para la comunidad (Egipto), porque ni siquiera es para la iglesia y claro nunca tienes tiempo para salir con otra gente. También tuvimos la persecución de los hermanos de la comunidad los cuales pasaban por nuestro lado y se hacían los tontos y no nos hablaban, o cruzaban de acera, o hablaban mal de nosotros a los demás (porque había gente que nos decían “oye que este que estaba en la iglesia contigo dice esto de ti”, total que como Israel Egipto nos seguía persiguiendo, porque en el fondo que te salgas no está bien visto y además que pierden unos esclavos.

Pero al igual que en su momento el pueblo de Israel tuvo un Moisés nosotros también nos pasó lo mismo, encontramos un presbítero que nos ayudó, nos indicó como teníamos que actuar, nos dio de comer el maná de la palabra y como consecuencia de todo esto, después de 3 largos años podemos decir que hemos llegado a la tierra prometida. Es decir, ya somos libres, no dependemos de un Faraón (itinerante) que te diga que tienes que hacer y que pensar, y si no lo haces te esclaviza más o te manda al desierto.

Hoy podemos decir que la historia del Éxodo se ha repetido en mi familia, al igual que con el pueblo de Israel hemos sido liberados de la esclavitud de las comunidades neocatecumenales que en un principio nos acogieron como un pueblo más y al final nos esclavizaron para ellos.

Solo doy gracias a Dios por toda la historia que ha hecho con mi familia y conmigo. Doy gracias por los presbíteros que nos han ayudado, por las personas que sin esperar nada a cambio nos han acogido y nos han ayudado en nuestra soledad



Y hasta aquí llega la experiencia de este ex miembro de las comunidades neocatecumenales que nos ha mandado y le hemos pedido permiso para publicarlo, nos llama la atención que los casos de los ex miembros son muy parecidos y nos parece de gran valentía que lo haga público.

Hemos decidido guardar el secreto de la parroquia a la que pertenecía por proteger a los presbíteros que están en ella, aunque su comportamiento no ha sido el mas correcto, pero como presbíteros deseamos respetarlos, si alguien los ha de juzgar que sea Dios y no nosotros.

Solamente animaros a que si queréis podéis mandarnos vuestras experiencias y desde aquí las publicaremos.

Gracias por atendernos y recordaros como siempre que Dios os ama como sois y no como os dicen que seáis vuestros catequistas.

1 comentario:

  1. COBARDE, si quieres desenmascarar algo lo logico seria poner las dos partes, pidele testimonio a un hermano del camino y veras como no dice lo mismo.

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